domingo, 6 de abril de 2014

En defensa de la vida

Defensa de la vida
         Son numerosos y diarios los casos en América Latina y en el mundo. Y referirse al tema es necesario de vez en cuando pues los prejuicios moralistas aunque inhumanos, persisten en sociedades supuestamente democráticas, con gobiernos supuestamente laicos y supuestamente de izquierda, sector ideológico supuestamente a la vanguardia en aspectos como la libertad de decisión en lo que concierne a la vida privada.
Unos pocos ejemplos ilustran el tema. En Paraná, Argentina, Mónica, una mujer pobre de 36 años, con un hijo de 13 y un cuadro grave de patología cardíaca congénita que le ocasiona deficiencia de oxígeno, quedó embarazada. Se le prescribió un aborto terapéutico a las 19 semanas, por alto riesgo en el parto. Asunto legal en Argentina. Pero un médico se opuso, amenazó a sus colegas con denunciarlos y el aborto no se efectuó. A las 32 semanas Mónica dio a luz por cesárea pero sufrió un accidente cardiovascular que la ha dejado paralizada del brazo y la pierna izquierda. Pudo perder la vida, a la que tiene derecho, pero ha quedado injustamente limitada. No podrá atender a la criatura ni a sus demás obligaciones familiares.
En Nicaragua, donde se imponen los criterios moralistas de Presidente y Primera Dama, en colusión con la Iglesia, un desconocido violó a una niña de 12 años, ocasionándole desgarros vaginales. Estuvo en el hospital con convulsiones y tuvo que ser intervenida quirúrgicamente por un proceso de sepsis. No fue posible practicarle un aborto porque lo impiden las leyes de un país en donde Gobierno e Iglesia “protegen la vida desde la concepción”. Aunque la concepción haya sido violenta y forzada. ¿Quién protege la vida de la niña violada y embarazada contra su voluntad? Porque los Ortega y la Iglesia, no.
En Colombia, Yolanda quedó embarazada por cuarta vez pero el feto presentaba anencefalia, que impide el desarrollo cerebral. Solicitó aborto terapéutico, al que tiene derecho legal, pero el medico adujo objeción de conciencia (¡!). Acudió a la Corte Constitucional, que dio su aprobación cuando ya tenía 32 semanas. Le hicieron cesárea de urgencia y el bebé, sin posibilidades de desarrollo cerebral, falleció a los cinco minutos. Por fortuna para él y para sus padres. Y para vergüenza del moralista y concienzudo (¿?) médico “provida”.
Ana padece del Síndrome de Pradder Willy que limita su capacidad mental a la de una niña de 4 años. Quedó embarazada y no fue posible demostrar violación, lo cual debió de ocurrir dado su estado de indefensión mental y física. Los jueces negaron a su madre un Recurso de Amparo que le hubiera permitido un aborto, y ahora está convertida, con 4 años de edad mental, en la madre forzada de un hijo que no podrá cuidar porque ni siquiera puede valerse por sí misma. En Ecuador el aborto sólo se permite cuando exista violación a una mujer deficiente mental. Menos del 1 por mil de las mujeres puede exhibir “idiotez” para que un embarazo forzado sea interrumpido. ¿Las que no son idiotas no tienen derecho a una vida digna sin cargas familiares ocasionadas con violencia?
Coletilla: En Democracia, ningún gobernante, funcionario o dignatario religioso tiene derecho a interferir en la libre decisión de una mujer, de tener o no tener un hijo producto de violación o cuyo nacimiento ponga en peligro su vida o cuya existencia vaya a transcurrir en condiciones mentales infames. En un estado Democrático y Laico no se gobierna con la Biblia ni con el Catecismo: se gobierna con la Constitución. Hay  que defender la vida: la que es, no la posible o la indigna.

el papa actual es jesuita, sinonimo de preparacion rigurosa y logica, de muchos años, por eso han alcanzado fama, respetados y envidiados, con paginas terribles y tambien luminosas en campos tan diversos como la filosofia, ciencias, deporte(tienen un campeon de raillies), etc., etc.; sus analisis sociales los han llevado a la defensa de las causas mas nobles, sacrificando incluso sus vidas por ello(incluso con armas en las manos); me llama la atencion la poca difusion de los solidos argumentos del reverendo jesuita de segundo apellido clavel(profesor de bioetica en la universidad santa sofia de tokio), que enseña la necesidad del aborto en casos bien definidos en tiempo(solo hay ser humano a las 12 semanas de concepcion), legalidad, legitimidad, y humanidad, ademas de moralidad; su santidad debe pronunciarse urgentemente para bien de la iglesia, y la comunidad cristiana o no, caso contrario, sus cimientos cederan.


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