miércoles, 4 de febrero de 2015

¿Quiénes ganaron la Segunda Guerra Mundial?

Encontré esta información en la red. La comparto, pero antes:
Si alguien tiene una duda de lo que significa la influencia del cine y la televisión en la mentalidad de las personas y en su percepción de la historia y de la realidad, sólo hay que mirar esta infografía sobre qué país contribuyó más a la derrota de los nazis en la Segunda Guerra Mundial.
Durante los años cercanos a la terminación del conflicto y sobre todo al concluir, sin duda la percepción es la históricamente correcta. Fue la URSS con su Ejército Rojo y sus millones de víctimas civiles ante la ofensiva alemana hacia su territorio, la nación que disminuyó hasta doblegar las fuerzas alemanas y reducirlas al mínimo para que luego los aliados occidentales terminaran el trabajo. Ni siquiera Eisenhower o Patton pudieron negar esa realidad y tuvieron que ceder en la conquista de Berlín el derecho de ocupar la ciudad primero al Ejército Rojo de Georgi Zhukov, vencedor en la última batalla contra el ejército del Fürher.
EEUU entró en guerra dos años después a raíz del ataque japonés a Pearl Harbor. Y jamás sufrió la guerra en su territorio continental. Es decir, es el único país involucrado en esa guerra que no tuvo víctimas civiles. Como tampoco en la Primera. Ni en las guerras de Corea o Vietnam. Ni en Irak, Afganistán ni en ninguna parte donde hayan combatido sus marines, ha sufrido su territorio. Siempre han GANADO SUS GUERRAS, Y LAS HAN PERDIDO, CLARO, CUANDO LAS PELEAN SOLOS, EN PATIO AJENO Y CON MUERTOS CIVILES AJENOS. Que, por cierto, jamás les han importado. Han sido, son y seguirán siendo, INEVITABLES DAÑOS COLATERALES.
Después, en los años cincuentas y posteriores, el cine y las teleseries de guerra, en que los soldados norteamericanos siempre eran los héroes, ignorando por supuesto la participación de la URSS en el conflicto puesto que ya la Unión Soviética era EL ENEMIGO DE LA CIVILIZACION CRISTIANA OCCIDENTAL, empezaron a calar en la mente del público. Y la presencia del Ejército Rojo cayó en el silencio mientras se consolidaba el heroísmo y la valentía de los soldados gringos. ¿Alguien veía en esos tiempos filmes soviéticos sobre la guerra? Nadie en occidente. Las pantallas estuvieron siempre copadas por el cine bélico de Hollywood y sus estrellas más famosas y reconocidas mundialmente.
Como se observa en el gráfico, la participación de Inglaterra sube un poco, al fin y al cabo son los abuelos de los norteamericanos, pero la de la URSS baja en la medida en que la bandera de las barras y las estrellas sube hasta superarla con creces. ¿Verdad histórica? No. Verdad construida por la propaganda cinematográfica y televisiva de los EE UU.
¿No es así en todo? Sería bueno estudiar y analizar los avances científicos. Podría ser que los generadores de ciencia y tecnología no hayan nacido todos alrededor de Central Park. Einstein, Von Braun, Tesla, Lamar, Ferri, Marconi, para no hablar de artistas, actrices, filósofos y pensadores foráneos que pusieron las bases de su cultura importante (hay que reconocer que las hamburguesas, el hot dog, el blue jean y la coca cola sí son productos made in usa totalmente. Pero hasta la bomba atómica fue producto alemán), etc., fueron casi todos genios llegados de MÁS ALLÁ, del Este, del Oeste y del Sur, en busca del sueño americano, de la Tierra de Guantánamo, perdón, de la Estatua de la Libertad.
Nunca he podido entender cómo una nación que le debe al resto del mundo la mayor parte de su historia científica, artística, intelectual y creativa, tenga de parte de sus clases dirigentes políticas tanto desprecio por ESE resto del Mundo.
Comparto el link con la Infografía mencionada.

martes, 3 de febrero de 2015

De soberbias y remedios

Testigo curioso desde hace casi siete décadas del acontecer mundial, sobre todo en los últimos años en que la globalización de las comunicaciones, la radio y la televisión en vivo y en directo desde casi cualquier rincón de la tierra, más las actuales redes sociales que han acercado distancias hasta volver familiares a los antípodas, no es difícil analizar, si se tienen las herramientas de entendimiento e interpretación de esa realidad, es decir, la posibilidad de conocerla y la capacidad cultural de comprenderla, el espectro geopolítico y económico del mundo actual. Y la conclusión que me permito extraer es que estamos en manos de la Soberbia.

Estamos en manos de la Soberbia imperialista, económica y militar de los EE UU, con seguridad la peor y más dañina de todas porque concentra el verdadero poder: el poder del dinero y de las armas de destrucción masiva, es decir, es la soberbia de la desigualdad, de la avaricia y del Terror.

Pero hay otras que conspiran para hacer del mundo un infierno de amenazas y de miseria tanto económica como ética, intelectual y mental. Estamos sujetos a la Soberbia intelectual de Francia, muy bien representada por los “periodistas” de humor de Charlie Hebdo, para quienes no hay límites en su desprecio por todo lo que no esté de acuerdo con su interpretación particular de la vida y de la realidad. Diría que son la exégesis del pensamiento volteriano, convertido en arma de agresión intelectual, no de crítica a su sociedad como proponía el filósofo parisino; en manos de la soberbia política inglesa, que moribunda y todo aún pretende imponer al planeta, por intermedio de su hijo más aplicado y cómplice de sus pataleos históricos, su concepto de Democracia elitista y excluyente; en manos de la Soberbia expansionista alemana, que pretende ampliar de nuevo su Espacio Vital a caballo de la OTAN, el brazo armado de la geopolítica occidental; en  manos de la Soberbia religiosa española, cuya extrema derecha sigue queriendo catequizar al mundo imponiéndole sus códigos moralistas caducos, alejados de la realidad; en manos de la soberbia sionista que mantiene su espuria pretensión de pueblo elegido que puede y tiene derecho a esclavizar y martirizar a las tribus vecinas que su dios les entregó para su explotación y disfrute.

En fin, estamos en manos de la Soberbia del Poder en sus distintas formas y manifestaciones, todas ellas dirigidas al único objetivo de dominación, explotación y control de los recursos del planeta, que son de la humanidad toda y no de sus accionistas mayoritarios, que son paradójicamente minoritarios.

¿Cómo enfrentar esa soberbia con posibilidades de triunfo sobre la degradación y la codicia? Creo que la semilla germina en el mundo subdesarrollado, sobre todo en América Latina, mundo cansado de la explotación, de la esclavitud, de la miseria impuesta por el poder colonial, económico y tecnológico. Aquí estamos cultivando una planta a la que tendríamos que abonar con persistencia y resistencia, y con valor para que crezca. Y no para que se imponga como una soberbia más, sino para que se ponga de pie, en igualdad de condiciones, frente a la soberbia del norte, con la única arma válida para que valga la pena hacer de este un mundo mejor para todos. Incluso para los soberbios que lo quieren destruir: la dignidad humana, que está por encima de la soberbia política, económica, religiosa, militar e ideológica.

Porque, tal como están las cosas, si no imponemos nosotros la dignidad humana a la soberbia imperialista, otras soberbias nos pueden agarrar con los calzones abajo: la soberbia de Oriente, por ejemplo, que tiene muchos años dormida y se está despertando.


Será dura tarea porque adentro tenemos enemigos que forman filas ante la Soberbia occidental, pues piensan que la Dignidad no es higiénica. Pero hay que hacerla. Alguien tiene que hacerla.