domingo, 31 de mayo de 2015

INQUIETUDES…

¿Es la riqueza producto exclusivo del esfuerzo de una persona, familia, grupo inversionista o sociedad que invierte para obtener utilidades y maneja o confía la administración a un pequeño grupo de grandes ejecutivos que ganan, casi siempre, salarios de alta gama?  

No se trata solamente de que obreros, empleados, trabajadores medios o de la base ganen, casi sin excepción en el planeta, salarios exiguos en comparación con los de tales ejecutivos, y también muy inferiores en términos y relativos al nivel de utilidades que las empresas reparten a sus socios y accionistas, aunque no trabajen en ellas. Esa es una realidad del mundo capitalista: eliminar o reducir costos. Y esa eliminación o reducción, casi siempre se refiere a los trabajadores comunes y a sus salarios: esos salarios son considerados un Costo de Producción, no un Factor de Producción o de Productividad. SON UN COSTO. Y los costos hay que reducirlos para que la rentabilidad sea mayor.

Eso ya entraña terrible injusticia, desequilibrio económico de graves consecuencias para la vida del trabajador. Pero esa manera de minimizar costos a costa de los trabajadores de base, siendo injusta y desigual, no es lo único perverso e inmoral ni lo único que favorece la Creación de Riqueza y su acumulación en pocas manos.

Vuelvo a la pregunta inicial, ampliada: ¿Es la riqueza producto exclusivo del esfuerzo accionario y de la inversión de capital por parte de unos pocos, y del esfuerzo laboral mal pagado de muchos trabajadores no accionistas ni inversionistas sino empleados y obreros? ¿No hay otros factores para el enriquecimiento, la acumulación de capital y la concentración de la riqueza en esas pocas manos? Es decir, para decirlo con Adam Smith, ¿son El Capital, el Trabajo (mal pagado, generador de cuantiosa plusvalía), y la Propiedad, siempre en manos del inversor o del capitalista, nunca en poder del trabajador asalariado, los únicos medios de Producción y de Productividad?

No lo son. Las empresas capitalistas disfrutan y explotan al máximo, casi nunca con la responsabilidad que deberían llevar aparejada esa explotación y ese disfrute, de otros Factores Productivos: El Medio ambiente, los Recursos Naturales de una nación o de una región, los Recursos Humanos, no solamente los derivados del esfuerzo laboral sino los que provienen de la Educación, la Salud, la disposición de trabajar de esa fuerza laboral, disposición que se debe mucho más a la necesidad de un salario que a la satisfacción moral y física que sienta el trabajador de laborar en tal o cual empresa.

Una encuesta mundial exacta y precisa del nivel de satisfacción en su trabajo y en la capacidad de su salario para satisfacer sus necesidades básicas (no de sus demandas adicionales que es imposible), de todo trabajador del mundo capitalista, arrojaría resultados no sólo deprimentes sino motivadores de un Gran Acto de Contrición por parte de los Empleadores, o de una Revolución Mundial trabajadora y obrera y campesina si hubiese una fuerza moral aglutinante de esa insatisfacción.

Así que el Capitalismo no sólo concentra riqueza y acumula capital en pocas manos, explotando al ser humano trabajador, sino que utiliza, aprovecha, dispone a su antojo, medra y depreda los Recursos Naturales del Planeta sin compensación alguna adecuada para las naciones del mundo. Claro que paga por servicios públicos evidentes, conocidos y básicos como Agua, Electricidad, Energía, Gas y algún otro igualmente medible y, por ello, cuantificable. Pero, ¿paga por los otros recursos casi intangibles y en todo caso no cuantificables ni cobrables a empresas industriales, comerciales y de servicios? ¿Compensa a la Región, a la Nación o al Planeta el sector productivo capitalista por el uso y abuso del Aire, del Agua libre, de la energía disponible por fuera de la que es susceptible de cobro, por el daño y deterioro del Medio Ambiente en el cual actúa y fabrica o transforma sus productos para comercializarlos y obtener utilidades o sea Plusvalía con respecto al esfuerzo del ser humano y al deterioro del Planeta? NO. Esa es la respuesta: NO.

Por otra parte, ¿no son acaso subsidiados servicios públicos como acueducto, alcantarillado, energía eléctrica, combustibles, salud, educación, transporte, vías de comunicación (el peaje en Ecuador es absurda y ridículamente barato, otra razón para el crecimiento del parque automotor privado), etc?

Entonces, si una persona o una familia han levantado una empresa boyante o un conglomerado industrial o comercial altamente rentable, NO SÓLO CON SU ESFUERZO SINO TAMBIÉN CON LA PARTICIPACIÓN MAL PAGADA POR LO GENERAL DE SUS TRABAJADORES Y EL USO SIN RESTRICCIONES DE LOS RECURSOS DEL PLANETA, recursos que en su mayoría no le son cobrados por imposibilidad de cuantificarlos (se usa la energía del sol, del agua, del viento; se usa el clima sea invierno o verano en beneficio de la Producción; se usan los elementos químicos de la tierra sin restricciones; se usan los productos naturales de la naturaleza, botánica y zoología), esa persona, familia o conglomerado empresarial, debe resarcir a la nación y al planeta por el uso y abuso de esos recursos que le han servido como factores de enriquecimiento y acumulación de capital.

Es decir, si TODAS LAS EMPRESAS CAPITALISTAS RECIBEN DE LA NACIÓN O DEL PAÍS BENEFICIOS SUSTANCIALES QUE NO LES SON COBRADOS Y DE CUYA EXTRACCIÓN Y USO NO RETRIBUYEN, ¿es injusto y “comunista” gravar las herencias? Si muchas veces los herederos no sólo no han contribuido en nada a esa creación de riqueza sino que apenas las han disfrutado sin trabajar, ESPERANDO A QUE SE MUERA EL VIEJO PARA HEREDAR LAS EMPRESAS, ¿en injusto que se grave esa herencia inmerecida o merecida sólo en parte? ¿Si esa creación de riqueza para esa persona o esa familia ha sido posible en gran parte por el uso y abuso de la riqueza natural de la nación y de sus recursos naturales NACIONALES, NO PRIVADOS, ¿no es justo que se devuelva a ella una parte al menos de esa riqueza en beneficio incluso de quienes han sido factor de producción mal pagado o recurso natural destruido?

Como dije arriba, sólo inquietudes…