¿Sirve la ONU?
Si se analizan
con mucha paciencia y algo de suspicacia los objetivos que se propuso la
Asamblea de San Francisco en 1945, cuando 51 naciones firmaron el Acta
Constitutiva de la ONU, habrá de convenirse en que el entonces recién nacido no
ha cumplido uno solo de los objetivos propuestos, y mucho menos los agregados
en el año 2000 cuando los 192 miembros firmaron el 8 de septiembre la pomposa
Declaración del Milenio.
En 69 años no
se ha conseguido jamás “El mantenimiento de la paz y la seguridad
internacional, con el fin de resolver los problemas por medio de la
negociación”; ni se ha respetado “La libre determinación de los pueblos”; ni “La
defensa y promoción de los Derechos Humanos” ha avanzado más de lo que lograra doña
Eleanor Roosevelt, su inspiradora; ni “La cooperación pacífica en los terrenos de
la economía, la cultura, los asuntos sociales, etc., para que las relaciones entre
los Estados se solucionen por la vía del diálogo”, ha temido aplicación más
allá de la retórica; ni “La soberanía nacional de todos los países por igual”
es algo más que letra muerta; ni ha servido para maldita la cosa “La
prohibición de emplear la fuerza para resolver los conflictos”; ni ha existido
nunca “La solidaridad entre Estados”.
El único
objetivo cumplido a cabalidad es el último, dada la propensión de los líderes
de la humanidad a reunirse para no llegar nunca, no digamos a algo serio sino a
nada, pero pasarlo bien entre amigos unos días. E incluso entre enemigos,
porque después de decirse vela verde en las reuniones sectoriales o en la
Asamblea General, los dirigentes de Israel y Palestina, de Ucrania y Rusia, de
Japón y China, de Corea del Norte y Corea del Sur, de Francia e Inglaterra, los
amigos más hipócritas de la historia, salvo, posiblemente, Argentina y Brasil,
y, finalmente, los de EE UU y ese resto del mundo que a la Casa Blanca y al
Congreso les importan una higa y ni siquiera conocen o pueden ubicar en el
mapa, salen a tomarse unos whiskies en alguno de los elegantes bares de
Manhattam, o en la residencia de algún embajador del Tercer Mundo que quiere
hacer méritos.
Ese objetivo es: “La
universalidad de la organización, para acoger en sus foros a la mayor parte de
países posible”. Sí, ahí están todos, o casi todos. 193 naciones, estados,
países. Y aspirando a ser uno más, organizaciones religiosas que deberían ser
clubes privados de creyentes, como el Vaticano; otras medio esotéricas que ya
ni siquiera son misteriosas como la Orden de Malta; el inexistente Estado
palestino, postergado por las insidias del Estado mimado por todos los demás,
Israel; o la República de China-Taiwan, cuyo puesto nunca ocupado le fue
entregado sin vergüenza alguna a la China de Mao o como se llame el actual; o,
cosa risible, el Sahara Occidental, que no existe sino de jure, o sea de
mentiritas, porque no es autónomo sino que lo maneja desde Madrid el señor
Rajoy. Como para sentarse a reír si no fuera porque es para llorar.
Coletilla: Si las naciones del
mundo fueran serias, que no lo son, se reunirían en Asamblea General con un
solo y único objetivo: reconocer su fracaso, deshacer esa organización costosa
e inútil, y entregarle el manejo del mundo al Club Bildelberg y al señor
Rockefeller, para que lo convierta en una multinacional de la explotación y el
comercio, y convertir el edificio neoyorkino una agencia mundial de empleos con
patronos blancos y esclavos del resto de las “razas”. Nos ahorraríamos unos
cuantos millones en “funcionamiento”…
COMENTARIOS DE LOS LECTORES
1. jorge0423 17 de agosto del 2014 a
las 09:12
jorge0423: lo que usted dice es verdad excelente análisis, en
conclusion toda resolución de la onu debe tener el visto bueno de los estados
unidos de norte america mas la adhesion incondicional ( no necesaria) de sus
acólitos, sin embargo si algún miembro del consejo de seguridad osa en vetar no
hace caso e invade países bombardea etc por lo anotado el que manda
manda....que pena.
adolfo 17 de agosto del 2014 a las 09:53
la pregunta planteada como titular del arti****, es ociosa,
cualquiera que lea historia verdadera y geopolitica, podra enterarse crudamente
de la realidad, porque descubrira que al igual que la oea(ministerio de las
colonias), la onu, fmi, banco mundial, y otros entes, fueron, creados por los
paises occidentales y cristianos, a nivel de "potencias", para regir
e imponer "el orden politico y economico" para su beneficio, con la
"aceptacion con muchos reparos" de la union sovietica y sus aliados;
es decir que como la oea, era una cosa de rimbombantes "principios y
declaraciones", que debido a "interpretaciones mañosas y de
prepotencia", hacian de "asamblea" de "alzamanos"(por
eso la cantidad de "estados minimos, risibles, irreales" como guam,
islas del caribe, liechestein, etc.) que aprobaban los "diktats" del
poder real, apoyados en un "consejo de seguridad", para mantener el
statu quo establecido; la desaparicion de ese organismo que ha caido en el mas
profundo descredito seria una cosa necesaria por el dispendio inutil para
mantener una burocracia elitaria mas inutil aun, tambien seria moralmente util,
para evitar el bochorno y criticas por su parcialidad y desverguenza en sus
"acuerdos y decisiones" que solo cumplen(o se ven obligados a
cumplir) los debiles sin "padrinos", mientras los poderosos y sus
acolitos criminales como israel, se limpian con todas las decisiones y
acuerdos, sin que nadie intervenga, o siquiera le llame la atencion.