miércoles, 27 de agosto de 2014

¿Sirve la ONU?

¿Sirve la ONU?
         Si se analizan con mucha paciencia y algo de suspicacia los objetivos que se propuso la Asamblea de San Francisco en 1945, cuando 51 naciones firmaron el Acta Constitutiva de la ONU, habrá de convenirse en que el entonces recién nacido no ha cumplido uno solo de los objetivos propuestos, y mucho menos los agregados en el año 2000 cuando los 192 miembros firmaron el 8 de septiembre la pomposa Declaración del Milenio.
         En 69 años no se ha conseguido jamás “El mantenimiento de la paz y la seguridad internacional, con el fin  de resolver los problemas por medio de la negociación”; ni se ha respetado “La libre determinación de los pueblos”; ni “La defensa y promoción de los Derechos Humanos” ha avanzado más de lo que lograra doña Eleanor Roosevelt, su inspiradora; ni “La cooperación pacífica en los terrenos de la economía, la cultura, los asuntos sociales, etc., para que las relaciones entre los Estados se solucionen por la vía del diálogo”, ha temido aplicación más allá de la retórica; ni “La soberanía nacional de todos los países por igual” es algo más que letra muerta; ni ha servido para maldita la cosa “La prohibición de emplear la fuerza para resolver los conflictos”; ni ha existido nunca “La solidaridad entre Estados”.
         El único objetivo cumplido a cabalidad es el último, dada la propensión de los líderes de la humanidad a reunirse para no llegar nunca, no digamos a algo serio sino a nada, pero pasarlo bien entre amigos unos días. E incluso entre enemigos, porque después de decirse vela verde en las reuniones sectoriales o en la Asamblea General, los dirigentes de Israel y Palestina, de Ucrania y Rusia, de Japón y China, de Corea del Norte y Corea del Sur, de Francia e Inglaterra, los amigos más hipócritas de la historia, salvo, posiblemente, Argentina y Brasil, y, finalmente, los de EE UU y ese resto del mundo que a la Casa Blanca y al Congreso les importan una higa y ni siquiera conocen o pueden ubicar en el mapa, salen a tomarse unos whiskies en alguno de los elegantes bares de Manhattam, o en la residencia de algún embajador del Tercer Mundo que quiere hacer méritos.
Ese objetivo es: “La universalidad de la organización, para acoger en sus foros a la mayor parte de países posible”. Sí, ahí están todos, o casi todos. 193 naciones, estados, países. Y aspirando a ser uno más, organizaciones religiosas que deberían ser clubes privados de creyentes, como el Vaticano; otras medio esotéricas que ya ni siquiera son misteriosas como la Orden de Malta; el inexistente Estado palestino, postergado por las insidias del Estado mimado por todos los demás, Israel; o la República de China-Taiwan, cuyo puesto nunca ocupado le fue entregado sin vergüenza alguna a la China de Mao o como se llame el actual; o, cosa risible, el Sahara Occidental, que no existe sino de jure, o sea de mentiritas, porque no es autónomo sino que lo maneja desde Madrid el señor Rajoy. Como para sentarse a reír si no fuera porque es para llorar.
Coletilla: Si las naciones del mundo fueran serias, que no lo son, se reunirían en Asamblea General con un solo y único objetivo: reconocer su fracaso, deshacer esa organización costosa e inútil, y entregarle el manejo del mundo al Club Bildelberg y al señor Rockefeller, para que lo convierta en una multinacional de la explotación y el comercio, y convertir el edificio neoyorkino una agencia mundial de empleos con patronos blancos y esclavos del resto de las “razas”. Nos ahorraríamos unos cuantos millones en “funcionamiento”…


COMENTARIOS DE LOS LECTORES

1.     jorge0423 17 de agosto del 2014 a las 09:12
jorge0423: lo que usted dice es verdad excelente análisis, en conclusion toda resolución de la onu debe tener el visto bueno de los estados unidos de norte america mas la adhesion incondicional ( no necesaria) de sus acólitos, sin embargo si algún miembro del consejo de seguridad osa en vetar no hace caso e invade países bombardea etc por lo anotado el que manda manda....que pena.
adolfo 17 de agosto del 2014 a las 09:53
la pregunta planteada como titular del arti****, es ociosa, cualquiera que lea historia verdadera y geopolitica, podra enterarse crudamente de la realidad, porque descubrira que al igual que la oea(ministerio de las colonias), la onu, fmi, banco mundial, y otros entes, fueron, creados por los paises occidentales y cristianos, a nivel de "potencias", para regir e imponer "el orden politico y economico" para su beneficio, con la "aceptacion con muchos reparos" de la union sovietica y sus aliados; es decir que como la oea, era una cosa de rimbombantes "principios y declaraciones", que debido a "interpretaciones mañosas y de prepotencia", hacian de "asamblea" de "alzamanos"(por eso la cantidad de "estados minimos, risibles, irreales" como guam, islas del caribe, liechestein, etc.) que aprobaban los "diktats" del poder real, apoyados en un "consejo de seguridad", para mantener el statu quo establecido; la desaparicion de ese organismo que ha caido en el mas profundo descredito seria una cosa necesaria por el dispendio inutil para mantener una burocracia elitaria mas inutil aun, tambien seria moralmente util, para evitar el bochorno y criticas por su parcialidad y desverguenza en sus "acuerdos y decisiones" que solo cumplen(o se ven obligados a cumplir) los debiles sin "padrinos", mientras los poderosos y sus acolitos criminales como israel, se limpian con todas las decisiones y acuerdos, sin que nadie intervenga, o siquiera le llame la atencion.


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