domingo, 27 de julio de 2014

Matrimonio inconveniente…

En un reportaje estupendo, como todos los suyos, convertido en libro que debería ser lectura obligada para todo periodista en ejercicio, en aprendizaje o en ciernes, Gay Talese investiga y escribe en los años 60 del siglo pasado, una Biografía del New York Times. La llamo Biografía porque el NYT, o cualquier diario de su importancia y tamaño, es un Ser vivo. No una fábrica impersonal que produce y vende artilugios, telas o maquinaria, sino una empresa a la que mantiene viva la Gente que la hace, quienes la escriben, y de paso escriben la historia, todos los días. Reitero: no quienes la administran sino quienes la Hacen, es decir, sus periodistas: reporteros, cronistas, fotógrafos, editores… 

Sus Plumas, diría un viejo dueño de un Medio en Colombia que sabía de lo que hablaba y tenía dos virtudes: respetaba la independencia de sus escritores y periodistas y pagaba bien a esas Plumas… Única manera de mantener y acrecentar la calidad y trascendencia de un medio de comunicación que se respete, y que inauguraron a mediados del siglo pasado los Grandes Editores de las más importantes revistas de los EEUU, lo que produjo en ese país, y por extensión en otros de América latina y del mundo, lo que se llamó el Nuevo Periodismo. Ese de Hemingway y Talese, de Capote y Wallace, de Mailer, Wolfe y Thompson, de Caparrós, Martínez, Walsh y García Márquez…

El libro se llama El reino y el poder, es de 1969, y su edición primera en español es de Grijalbo, 1973. La conservo como un tesoro que miro y releo a menudo. Porque los tesoros en piedras preciosas son para lucirlos y los tesoros en letras son para releerlos. En un párrafo que debo de haber señalado y que cito de memoria, Talese narra que el gran Director del NYT James Reston decía con toda la autoridad de su talento y su experiencia: “Si no es posible que la Administración y la Sección comercial del NYT estén en otro edificio, al menos que estén en Otro Piso distinto de la Redacción”.

Justamente con respecto a esto, comparto este artículo de la Revista Semana, de Colombia, en donde su autor, Daniel Coronell, da cuenta de un reciente problema de interferencia entre Gerencia y Redacción en un canal colombiano, y de las deplorables consecuencias que se derivan de esa especie de Matrimonio contra natura. La Gerencia Administrativa y la Redacción o Producción Editorial de un Medio, sobre todo y principalmente si es un medio que publica información y opinión política y económica, deben estar en lugares separados. Mejor si en otro piso. Mucho mejor si en otro edificio. Y preferible si en ciudades distintas. Su cercanía e imbricación sólo tiene un resultado, y es pésimo: interferencia negativa de lo administrativo y comercial en la parte periodística, que no debe estar condicionada más que por la búsqueda de la verdad para trasladarla a sus lectores, oyentes o televidentes con calidad expresiva. No hacerlo así lleva a la pérdida de credibilidad, capital más importante que el capital accionario. Ejemplos tenemos y dolorosos.

 Comparto el link.


De frases… y frases…

Escucho a menudo frases cuyo significado se ha vuelto tan amorfo e insustancial por su uso y abuso, que uno acaba por oírlas sin darles importancia. O eludiéndola por comodidad, por zalamería o por temor al eventual poder de quien las dice. Pero la tienen. Y mucha. Muestran todas una carga semántica de alto contenido ético, que debería exigir de quien las diga un análisis a fondo de sus implicaciones; de si dice lo que piensa en verdad o las pronuncia por seguir una moda o una costumbre. Me referiré a tres que considero analizables por su sentido humano. O inhumano …

          “Nada personal, sólo negocios”… es una de las frases bandera del capitalismo salvaje. Del mundo de los negocios. El “sólo negocios” descarta de entrada la condición humana de los negociantes, y sugiere o posibilita que uno de los dos, el más fuerte, puede abusar del otro sin reatos de conciencia. Elemento que no parece existir en el mundo crematístico, como decía alguien de ingrato recuerdo, al menos para quienes creen que Business are business… y lo demás no importa.

La frasecita se originó en el país del culto al ganador, en esa cultura mercantilista que desprecia al débil y abusa de su condición. Curiosamente, no nace en el Detroit de la gran industria automovilística, ni en  el Wall Street de los negocios financieros y ni siquiera en Madison Avenue, cuna de la publicidad. Sí en Nueva York, pero en el Nueva York de las “Familias”. La acuña Otto Biederman u Otto Abbadabba, contador y alcahuete financiero del gangster Dutch Schultz. A los dos los asesina Lucky Luciano en 1935, quizás por “nada personal, sólo negocios”. La ética de los negocios parece asemejarse bastante a la ética gangsgteril…

Otra de las frases éticamente cuestionables y humanamente deplorables, es la archi repetida “no es mi problema”. Muchos hemos tenido que oírla sin posibilidad de argumentos. Si debe algo a alguien, tenga la seguridad de que ese acreedor, cuando le cobre y usted no pueda pagar porque otro alguien le debe y no le paga, le dirá con displicencia inhumana: Ese no es mi problema… Como si cada persona en el mundo fuera un ser individual y único que no está vinculado a nada ni a nadie. Lo que Sartre en La Náusea llama “un individuo sin mérito colectivo”.

Pero ocurre que nadie, aunque viva en una isla desierta, es un ser aislado de la humanidad y de su entorno. El problema ajeno es también Mí problema, porque me atañe, porque me afecta directa o indirectamente o porque, simplemente, el otro es mi semejante, mi prójimo… Y, como dice Borges, lo que le ocurre a un hombre les ocurre a todos los hombres… Pero la insensibilidad de la civilización (¡!) moderna nos hace exclamar ante cualquier contingencia del “otro”: Ese no es mi problema. No imagino frase más inhumana que esa…

Y ahora, no la más antiética ni la más perversa, pero sí la más hipócrita: “Con todo respeto”… Cuando alguien interviene en una discusión, entabla un debate o responde a un requerimiento y empieza: “con todo respeto”, esté seguro de que lo espera un sartal de improperios, una injuria, una calumnia o, por lo menos, un comentario que lo hará quedar en ridículo, avergonzado y ofendido. Es el recurso hipócrita de quien es incapaz de argumentar con civilidad, pero anticipa lo contrario: Con todo respeto… y nos manda a la… Sí, allá…


Coletilla: Con todo respeto les comento que el asunto aquél, no fue nada personal… sólo negocios… Y no es mi problema…

miércoles, 23 de julio de 2014

La tecnología estupidiza o por qué las máquinas dominarán…

Tal vez el ejemplo más claro y más trágico, según las últimas noticias sobre el avión de Malasia derribado en Ucrania con casi 300 pasajeros a bordo, sea el que ese avión hubiera sido derribado por un error tecnológico o cibernético. Los sistemas computacionales que operan misiles y armas, obedecen a programas ideados por ingenieros de sistemas pero que, como humanos que son –los ingenieros, digo– no cubren absolutamente todas las variables posibles.

En un momento cualquiera, los sistemas, que no son inteligentes pero sí autónomos, es decir, no se reprograman solos ni RAZONAN en función de la realidad inmediata sino que REACCIONAN ante una posibilidad ya MATEMÁTICAMENTE prevista, pueden haber obrado autónomamente frente a un hecho: un avión entra en el espacio reservado para acciones de guerra. Por lo tanto, ese avión extraño, es un OBJETIVO MILITAR. Para eso está programado el sistema defensivo: para atacarlo. Y le envía un misil que lo derriba.

 Por qué fue desviado ese avión hacia esa ruta, es otra cosa. Es posible que alguien lo haya hecho y ahí se configura una conspiración y un crimen realizado con algún propósito político perverso. Y si el avión volaba en cielo ucraniano, ese alguien es de los Controles Aéreos de Ucrania. No de Rusia ni de los rebeldes pro rusos que no tienen acceso a esos controles. 

El punto es que si el Sistema funcionó para hacer lo que tenía programado, atacar un blanco civil convertido por un "error" o por una orden política en un objetivo militar inocente y desprevenido, fortuita o perversamente situado en ese espacio aéreo, es porque ese Sistema autónomo no piensa sino que actúa. Es decir, estamos en manos de una máquina que no razona pero sí puede destruir si esa destrucción está en su programa. ¿Debe la tecnología moderna dejar en manos de un programa cibernético una decisión que sólo debería ser humana? Es el ser humano o debe ser o tiene que ser, la última instancia de decisión ante una posibilidad de esa clase. Para que haya un responsable de cualquier acción porque las máquinas NO SON RESPONSABLES. 

¿Estamos a las puertas de que las máquinas, como en los filmes Terminator, nos dominen? ¿Les estamos dando a las máquinas una autonomía que no PUEDEN NI DEBEN TENER porque las máquinas no razonan para ARREPENTIRSE DE UNA DECISIÓN A ÚLTIMA HORA, sino que la Ejecutan sin vacilación alguna? ¿Estamos DEGRADANDO LA CIENCIA hasta el punto de que la TECNOLOGÍA que de ella se deriva, actúe sin límites y sin frenos éticos? 

Ese es el resultado lamentable de que la EDUCACIÓN DEL MUNDO HAYA OMITIDO LAS HUMANIDADES en beneficio solamente de la TECNOLOGÍA DESHUMANIZADA. 

¿No será necesario que los ingenieros de toda índole TAMBIÉN ESTUDIEN HUMANIDADES Y ARTES Y LETRAS para que sus decisiones y sus construcciones tecnológicas obedezcan TAMBIÉN a normas humanas y éticas y no sólo a algoritmos que se van de las manos simplemente porque para las matemáticas el ser humano no es una variable por considerar?

lunes, 21 de julio de 2014

Reflexión sobre un pueblo maravilloso que por épocas se vuelve odioso…

Hay una cosa muy curiosa con el pueblo judío, el autollamado Pueblo Elegido por su Dios, Yaveh y designado por él como Mi Pueblo… Y es que nunca han necesitado un espacio. Es un pueblo inteligente, como lo son todos los pueblos procedentes de Sumeria y Mesopotamia; creativo y recursivo por necesidad de sobrevivencia; unido por lazos férreos de familia materna, la única sangre segura; en fin, es un pueblo esencialmente sobreviviente porque su misma condición de excluyente los hace excluidos por los otros pueblos del mundo.

El espacio judío es el planeta entero. Desde la destrucción del Templo de Salomón en el Siglo I, estuvieron en la diáspora, regados por el mundo, y sin un lugar fijo y propio hasta 1948, cuando la ONU les entregó la mitad de Palestina pero se olvidó entregarle la otra mitad a Palestina. Dos mil años, 2.000, en que su patria fue el lugar del mundo donde se asentaron. En toda parte a donde vayan, ahí está su nación: Tienen sus propios hospitales y clínicas para nacer, enfermarse y morir; tienen sus propias cementerios para descansar de la vida; tienen sus propias sinagogas para rezar; tienen sus propias escuelas, colegios y universidades para educarse; tienen sus propias empresas y bancos (sobre todo esto) para fabricar, ahorrar y especular, sobre todo también. Es un pueblo AUTOSUFICIENTE.

Como son inteligentes y creativos, como se dijo, sus intelectuales, científicos, técnicos, pensadores y sabios, piensan, trabajan, inventan y crean no solo para ellos sino para toda la humanidad, quizá no porque lo quieran así, sino porque es imposible que no lo hagan así, pues el conocimiento no se puede limitar ni cercar ni esconder: algún rato, todo se sabe y todo trasciende. Y si hacen para todos pues todos les deben algo, que es lo que ocurre: todos le debemos al pueblo judío, la mayor parte de la creatividad, del progreso científico, del saber tecnológico y humanístico. Para no mencionar, claro, lo más obvio: todos les debemos plata directa o indirectamente. El Sistema Financiero es judío, de modo que todos les debemos algo que algún rato habrá que pagar y que, mientras tanto, les produce intereses.

Debido a ello y al hecho de que inteligentes como son, saben bien que su dios es un invento necesario para justificar esa dominación sin tener que rendir cuentas a nadie en la humanidad puesto que todo es Obra de Dios y Dios no tiene ni puede tener quien lo juzgue, parecería ser que tienen muy mala conciencia, muy consciente mala conciencia, porque saben que todo ese poder tiene una base que es una Gran Mentira, una Gran Falacia, la Falacia de ese Dios cuya supuesta existencia todo se los justifica.

Por eso su Fundador contemporáneo, Teodoro Herlz, logró del Imperio Británico, administrador de Palestina, la tierra de Canaan, que les fuera otorgado un espacio en ese territorio, que era al que habían llegado sus remotos antepasados, desde el patriarca Abraham. Allí se asentaron entonces y malconvivieron con los demás pueblos semitas o no de la región, hasta cuando ocurre la huida a Egipto porque se habían hecho incómodos por excluyentes, para esos pueblos. Y esos pueblos, los excluyeron.

A lo que voy en esta línea es a que, conscientes de que por excluyentes y endogámicos en todas partes se sienten marginados aunque no lo sean, los hijos de Eretz Israel creen que algún día serán excluidos de todas las naciones del mundo por excluyentes, serán enviados a la diáspora de nuevo, y necesitan un lugar, Su Lugar, para reunirse como pueblo, como cultura y como nación. Y en un pequeño espacio en Palestina, no caben todos. Así que necesitan Toda Palestina, Toda Jordania, Todo Líbano. Más allá será difícil porque Siria no es tan fácil, y menos Irán e Iraq o Saudi Arabia o Egipto. Pero con la Tierra Prometida, será suficiente.

Todo ello, cuando lo conquisten, será defendido por una nación que es una potencia nuclear y que tiene uno de los ejércitos mejor preparados del mundo tecnológicamente, y una Central de Inteligencia, el MOSSAD, frente a la cual la CIA, el Servicio Secreto Inglés, la KGB o como se llame ahora y la Sécurité Francaise, son simples estudiantes de primaria. Israel será el Reich del Oriente Medio y Cercano. Eso es lo que pretenden, eso es lo que necesitan cuando el mundo entero los excluya por su desmedida ambición originada en el Mito de Pueblo Elegido por Dios, o sea un pueblo inmune e impune porque Dios así lo quiere y Dios no tiene opositores válidos en el Universo Mundo. Y no los tiene porque ÉL MISMO LO HA DICTAMINADO ASÍ EN SU OMNIPOTENCIA SIN LÍMITES FÍSICOS, GEOGRÁFICOS, HISTÓRICOS Y ÉTICOS…

En fin, queda una pregunta: ¿El mundo lo permitirá? ¿No hay manera de detener esa desmedida ambición y hacer que ese pueblo maravilloso, inteligente y creativo se UBIQUE COMO LO QUE ES: UNA PARTE DE LA HUMANIDAD EN SU TOTALIDAD, NO UNA PEQUEÑA PARTE QUE DOMINE Y ESCLAVICE A LA OTRA? Y es una parte de la humanidad porque no los ha creado con privilegios ningún dios sino que son, como todos los pueblos del mundo anteriores a Sumeria, Mesopotamia y Canaan, producto de la evolución y africanos de origen: nuestro origen es uno y único… No hay pueblos elegidos porque todos nuestros abuelos nacieron en el Valle del Rift… y sus antecedentes proceden de esa primera bacteria unicelular que por obra de la naturaleza se duplicó y se hizo multicelular y luego llegó a ser esa primera lagartija que salió el mar y siguió evolucionando hasta llegar al antropoide, luego al homínido y por último al ser humano actual. ¿Lo entenderán algún día para que se animen a ser una parte de la humanidad, sin privilegios y sin exclusiones absurdas?


Cuando ello ocurra y cuando desaparezcan privilegios humanos o divinos y desaparezcan dioses y religiones excluyentes… EL MUNDO Y LA HUMANIDAD, VIVIREMOS EN PAZ EN NUESTRO PLANETA QUE ES DE TODOS, y entonces saldremos a conocer y a habitar los otros planetas que giran en torno a otras estrellas… EN PAZ…

domingo, 20 de julio de 2014

De locura en locura…

“El mundo fue y será una porquería ya lo sé/”, dice Enrique Santos Discépolo en su tango Cambalache, el retrato escrito –y cantado– más preciso y certero de la humanidad. Porque en este batiburrillo de comedia, drama y tragedia, no parece haber inocentes, excepto, posiblemente, los débiles. De las triquiñuelas de la FIFA para tratar de pagarle a Brasil con la Copa Mundo su aporte de 4 mil millones de dólares a sus arcas, se pasó sin intervalo a la continuación del genocidio israelí contra el pueblo palestino, y ayer jueves al derribo de un avión civil comercial en la frontera ruso ucraniana. ¿Cómo entender tanta estulticia?
No es el primer avión civil que cae a tierra por acción de fuerzas militares, cuya existencia a lo largo y ancho del planeta, sean de quien sean, es la mayor prueba de la estupidez humana. Nada más cruel e inhumano que la guerra. Y no hay causa justificativa para que alguien con poder, enfile las armas de un ejército de alienados –eso son las milicias, tras la disciplina que los induce a matar– o cohetes dirigidos desde un computador impune, contra una comunidad o un país.
Teniendo el ser humano capacidad para pensar, analizar, discernir, hablar, debatir y acordar con sus pares lo que sea por controversial que fuere, es inadmisible, por perverso y por imbécil, que nos agredamos por un pedazo de tierra, un pozo de petróleo, una bandera o una fuente de agua. Cosas todas que se pueden compartir para progresar de la mano en lugar de asesinarnos mutuamente. Ninguna doctrina económica, ninguna ideología política, justifica la muerte de un ser humano. Pero existe: El capitalismo salvaje, que ha puesto al dinero sobre la vida y le ha dado precio a lo que solamente debería tener valor: el bienestar de la gente, la naturaleza, que no es propiedad de inconscientes codiciosos sino de la humanidad en su conjunto.
Son varias las hipótesis que se tejen en torno a las causas del derribo del avión de Malasya Airlines, con casi 300 pasajeros a bordo. Todas ellas posibles si atendemos a la codicia humana y a su absurda propensión al odio. El Presidente espurio de Ucrania acusó apresurado a los rebeldes pro rusos, del hecho criminal. Pero los separatistas carecen de la posibilidad tecnológica y militar para derribar un avión a 10 mil metros de altura. Algo que sí pueden hacer las fuerzas ucranianas comandadas desde Kiev. Y armadas por EEUU y la OTAN.
Volaba por la zona, de regreso a Moscú, el avión del Presidente Putin, luego de su gira política y económica por los países de América Latina que luchan por sacudirse la coyunda de Occidente. Gira preludio de cambio, cuando los demás países se yergan y asuman su verdadera independencia. No sería extraño ni la primera vez que el Imperio o la “civilización occidental”, esa buena idea de la que hablaba Gandhi, ejerzan su mortífera capacidad de agresión contra un mandatario incómodo o estorboso. Otra versión alude a que en el avión viajaban científicos en camino a un simposio donde, quizás, se trataría el tema de la cura del sida o VIH, el mejor negocio de la industria farmacéutica en los últimos 30 años.

Coletilla: Devuelvo la palabra a don Enrique Santos Discépolo: “Pero que el siglo veinte es un despliegue de maldad insolente/ ya no hay quien lo niegue/. Vivimos revolcaos en un merengue y en un mismo lodo/ todos manoseaos/. Que falta de respeto, que atropello a la razón/ cualquiera es un señor, cualquiera es un ladrón…”. Es el mundo entero el que hoy parece “fuera de la ley”…