lunes, 19 de mayo de 2014

Maniobras uribistas

Artículo en diario HOY, de Quito, en mayo 18 de 2014.

Pensaba referirme a la “rectificación” de Eduardo Galeano a Las venas abiertas…, que tiene bailando en una patica a la derecha criolla fiel seguidora de la imperialista causante de los despojos y abusos que allí se narran, y a la izquierdita arrepentida que resignó sus viejas utopías cuando se cayó el Muro y se le acabaron los viajes a Europa Este y las becas en la Patricio Lumumba. Ahí se pasó con todo y trebejos a la derecha neoliberal de la mano de sus nuevos ideólogos, el trío del Manual del perfecto “Montaner” latinoamericano. Caray, cambiar a Saint-Simon y a Fourier, a Marx, Engels y Gramsci por Vargas Llosa, Openheimer y Montaner, requiere mucho descaro intelectual y bastante desvergüenza política.

Pero hoy, a ocho días de las elecciones en Colombia, se impone una mirada sobre las últimas y protervas estrategias electoreras del uribismo. El escándalo estalló hace un par de semanas, oportunamente un mes antes de los comicios, desde el piquito trinador del ex Presidente Uribe. Según él, J.J. Rendón, Gran Gurú de la ultraderecha de América Latina y no muy antiguo consejero suyo, habría recibido dinero del narcotráfico para lograr contactos con el Presidente Santos, con miras a la entrega y rendición a la justicia del grueso del cartel, a condición de que se incluyeran sus familias y no hubiese extradiciones a EE.UU.

Los contactos fueron a través del Asesor Político de Santos, Germán Chica, con apoyo de Francisco Galán, ex ELN, y dos abogados. No hay problema. Un contacto con el Gobierno lo hace cualquiera con buenas o malas intenciones, porque éstas no son materia de juicio. El delito se configura si hay dinero de por medio para sobornos, pago de influencias y otras minucias. Y, al parecer, hubo doce millones de dólares, entregados a JJ Rendón. Pero este se desmonta por las orejas y dice que el dinero quedó en poder de los abogados y del Consejero Chica.

Pastel ni pintado para el ingreso en esa jaula de intermediarios del titiritero mayor, Álvaro Uribe. Quien aprovecha para insinuar algo que sabía y ocultó hasta una mejor oportunidad (complicidad u obstrucción), o se lo inventó (calumnia) con el mismo protervo propósito: que de esa suma la campaña Santos/2010 habría recibido dos millones de dólares. Así le pone palos en la rueda a la reelección de su antiguo aliado –entre traidores se entienden– y torpedea el Proceso de Paz. Lo que más le interesa para recuperar lo que ansía como político ambicioso y corrupto, hoy huérfano de poder real, y terrateniente ansioso de comer tierra con más apetito que Rebeca Buendía: la Presidencia con testaferro.

Uribe sabía que lo acusarían de calumnia e injuria pero el perro quedaría suelto. Alega falta de garantías, se resiste a citaciones y audiencias, acude sin pruebas, recusa al Fiscal General… y se pone en manos de su aliado el Procurador Ordóñez, de su misma cauda de camanduleros. Y este le brinda la cereza del pastel: lo cita a presentar pruebas, después de las elecciones… Cuando ya p’a qué. Todo este tinglado de miserias e infamias no tendría espacio si el Presidente Santos, antes de que se le creciera el enano al circo de la política, hubiera soltado de su generosa e interesada protección el ex presidente sindicado de delitos de guerra, y lo hubiera puesto en manos de la Corte Penal Internacional.


Coletilla: Pero ya es tarde… a no ser que gane y haga lo que debe hacer para cumplir su ambición de pasar a la Historia: llevar a Colombia hacia la Paz y meter entre rejas al más nefasto mandatario de la historia política de Colombia.

No hay comentarios:

Publicar un comentario